En el acuerdo para prorrogar los ERTE no importan las propuestas ni la pluralidad, solo una foto más de los miembros del Diálogo Social
No se predica con el ejemplo de las reuniones por videoconferencia y el teletrabajo cuando se trata de alardear de una foto más del Diálogo Social. En la prórroga de los ERTE, lo importante no han sido los trabajadores, sino el postureo del acuerdo. Un acuerdo que se ha manoseado durante días hasta su publicación oficial, con letra pequeña, para que el Diálogo Social, que de diálogo social tiene solo el título, parezca revivir durante la pandemia.
Las formas, nuevamente, dejan mucho que desear. Si algo nos ha demostrado el coronavirus es que hay que innovar. Que los problemas a los que nos enfrentamos son de todos y todos debemos aportar soluciones: más inclusivas y más participativas. La diferencia con los pactos que se tomaban antes de la crisis no puede ser únicamente que los firmantes se separan dos metros para la foto.
Ante una situación gravísima y excepcional, desde el Gobierno se está optando por utilizar una herramienta vieja y caduca: el diálogo social excluyente y discriminatorio, fruto de la Ley Orgánica de Libertad Sindical de los años ochenta del siglo pasado.
Tres semanas han tardado en negociar y acordar la prórroga de las medidas ya adoptadas por el Gobierno, actuando los sindicatos “más representativos” como simples palmeros en una de las mayores crisis que el mundo actual ha conocido. Tres semanas en las que los componentes de la mesa no han propuesto otras medidas enfocadas a reactivar la economía y garantizar la protección del empleo y condiciones de trabajo dignas que esta pandemia está devastando.
Estos acuerdos de exenciones a cambio de firmas y a puerta cerrada, sin dar capacidad a otros grupos políticos y fuerzas sindicales para aportar a los textos, recuerda a lo más feo del diálogo social que hemos sufrido en este país en los últimos años. La transparencia y la pluralidad en la toma en decisiones deberían dirigir el futuro. Desde USO, haremos las denuncias necesarias si se deja abierta la posibilidad de que se produzcan despidos como parte de la letra pequeña que no aparece en el texto.
Comisión Tripartita de seguimiento de los ERTE: el Diálogo Social decidirá incluso sobre sectores donde no es mayoritario
Para hacer seguimiento de este y otros acuerdos que en realidad toma el Gobierno, se crea otra Comisión Tripartita incompleta que se reunirá los segundos miércoles de cada mes. Esa comisión evaluará los sectores que necesiten seguir con ERTE más allá del 30 de junio. Fuera se queda la USO, con gran presencia en sectores a tratar; en algún caso, incluso, presencia similar o mayor a los denominados “más representativos”.
En cualquier caso, esta protección es insuficiente. Sabemos que en muchos sectores costará arrancar, por lo que USO solicita que la protección se concrete ya hasta final de año, como en el caso de los fijos discontinuos. Asimismo, sigue sin manejarse borrador alguno de un plan de choque por el empleo con soluciones a medio y largo plazo. Poner parches semanales acrecienta la incertidumbre y la sensación de ineficacia de ese llamado diálogo social, que no lo es.
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